Patrimonio Emigrado y Exiliado

No todo el patrimonio aragonés se encuentra dentro de nuestras fronteras regionales. Un bien expoliado es aquel que se ha extraído de manera ilícita, generalmente por parte de buscadores clandestinos que acuden a los yacimientos en busca de objetos, sin tener en consideración que en un área arqueológica el contexto estratigráfico y dónde se encuentran es tan importante como el propio objeto. Ejemplo de ello son los fascinantes cascos expoliados del yacimiento celtíbero de Aratis, recuperados recientemente y expuestos en la actualidad en el Museo de Zaragoza.
Patrimonio emigrado y exiliado es aquel que, por diversas razones, salió de las fronteras aragonesas y no ha vuelto. Entre este tipo de patrimonio encontramos bienes propiedad de la Iglesia que se vendieron en los siglos XIX y XX a coleccionistas privados, piezas arqueológicas que en su día se llevaron al Museo Arqueológico Nacional o a museos de otras regiones, como el MNAC de Barcelona, o bienes que acabaron en museos de renombre mundial, como el British Museum de Londres o el Metropolitan de Nueva York.
No hay que olvidar tampoco la gran cantidad de patrimonio perdido, destruido y exiliado durante la Guerra Civil, especialmente el que pertenecía a las iglesias, pero también otro tipo de obras artísticas que fueron sacadas de la región para ser protegidas de la guerra. Entre este patrimonio encontramos los bienes del monasterio de Santa María de Sijena, entre otros.