Patrimonio Archivístico y Documental

El patrimonio archivístico y documental aragonés está formado por todos los documentos que testimonian la actividad de los aragoneses y los antecesores que habitaron su territorio a lo largo de la historia.
Entendemos por documento la fijación de un mensaje sobre un soporte con voluntad de permanencia. La función del mensaje puede ser muy variada —por ejemplo, administrativa, comercial, recreativa, expresiva o propagandística, entre otras— y también existen soportes de muy diverso tipo —pergamino, papel, celuloide, informático, etc.— en función de distintos canales y tecnologías de distribución.
Los documentos constituyen el testimonio de los derechos y obligaciones, acciones, emociones, conocimientos, ideaciones e imaginaciones de nuestros antepasados, y por lo tanto resultan fundamentales para comprender nuestra historia y nuestra vida social, e incluso para ordenarla; sus efectos siguen vigentes para el disfrute de derechos y la resolución de conflictos.
Los documentos están custodiados en diferentes tipos de instituciones de la memoria, que se encargan de asegurar su conservación y difusión. Investigadores, interesados y aficionados deben ser conscientes de su existencia para localizar y acceder a la información que buscan, y recabar el apoyo de los profesionales expertos.
Los archivos se encargan de custodiar los documentos generados por las personas y las instituciones en el ejercicio natural de su actividad —normativa, registros, correspondencia, etc.—. Frecuentemente se reserva el término patrimonio documental para referirse a los documentos archivísticos. Esta sección está específicamente dedicada a ellos, aunque conviene tener en cuenta que los testimonios documentales pueden encontrarse en otras instituciones que se tratan en otras secciones de esta Cartografía del Patrimonio Cultural Aragonés.
Así, los documentos en formatos rígidos, como la piedra o el bronce, se denominan epigráficos, y suelen custodiarse en museos.
Por su parte, los libros, revistas y otras publicaciones impresas conforman el patrimonio bibliográfico y se custodian en las bibliotecas.
Además, a lo largo del último siglo y medio, con la aparición de formatos diferentes han ido surgiendo centros especializados en su tratamiento y difusión: las filmotecas para las películas y documentos audiovisuales, las cartotecas para los mapas, las fototecas para las imágenes fijas (fotografías, etc.), o las bibliotecas, repositorios y bibliotecas digitales para los documentos informatizados. En las últimas décadas estos tipos especiales han ido siendo incorporados en archivos y bibliotecas cada vez más polivalentes, aunque en muchos casos —como las filmotecas o archivos y bibliotecas digitales— mantienen su identidad.
Finalmente, de forma extraordinaria pero bastante frecuente, se pueden encontrar también instituciones mixtas en cuanto al tipo de documentos custodiados o colecciones especiales dentro de archivos, bibliotecas y museos específicos.
Servicios de agregación como dara.aragon.es —en el contexto aragonés—, hispana.mcu.es —hispano— o europeana.eu —europeo— agregan recursos de todas estas instituciones para proporcionar portales de acceso integrados para los usuarios, intentando facilitar la consulta del patrimonio documental y archivístico independientemente de la institución en la que los documentos de su interés estén custodiados.