Patrimonio Epigráfico y Numismático

El patrimonio epigráfico y numismático aragonés está conformado por los millares de monedas e inscripciones realizadas en la región desde el siglo II a. E. o conservadas en ella. Constituyen fuentes históricas —y lingüísticas— de enorme valor que se expresan en las lenguas usadas en el territorio a lo largo de los siglos: ibérico, celtibérico, vascónico —idiomas para los que son fuentes únicas—, latín, árabe, hebreo, aragonés, catalán y castellano.
Las inscripciones, de las que una gran parte se ha perdido, se conservan generalmente en los museos o en los edificios en los que se integraban, mayoritariamente en la propia región. Las monedas dada su producción seriada y su amplia circulación —que ha asegurado la preservación de la mayor parte de las emisiones— además de custodiarse en los museos aragoneses, forman parte de colecciones públicas y privadas de otras regiones de España o del resto del mundo.
Si la catalogación de las monedas es bastante completa para todos los periodos, a cambio la de las inscripciones resulta inversamente proporcional a su relevancia como fuente histórica, de ahí que se encuentre más avanzada para la Antigüedad que para la Edad Media o para la Moderna.